Carlos Alberto 1ra parte

Carlos Alberto 1ra parteEste relato comienza en 1985. Sin Internet, sin celulares.Tengo 18 años, recién termino mi escuela secundaria, no me anoté para la facultad, pero quiero en el futuro ser Licenciado en Economía. Hace una semana que obtuve mi primer trabajo, soy cadete en la oficina de una Contadora, Lidia, vieja como de 45 años.Les cuento que algunos dicen que tengo pinta, pero la verdad es que las mujeres no me dan bola. Mi miedo al encararlas o mi mala forma de tratarlas, creo que las asusta. El tema, es que soy virgen. Pura paja y nada más. No sé si soy gay, pero en una oportunidad le chupé la pija a mi hermano mayor y me gustó que el turro me acabara en la boca. Pero, no hizo nunca más. En la oficina trabajan, Esther de 20 años, la hija de la contadora, gordita y fea. No soy facho, pero es judía y sé que ellos se relacionan entre ellos, además de hija de la patrona, para mí no existe.Carlos N, de 37 años, el que maneja las tareas y el único que tiene contacto con Lidia. Callado, pocas indicaciones, me dijeron es casado y no tiene hijos. Adrián, 22 años a punto de ser Contador en la UBA. Anteojos, rubio, fanfarrón de ?todo lo que sabe?, no me da ni bola. Clara, la abuela, es la telefonista y maneja la caja chica. De verdad es abuela, no se su edad. Perdón por las pocas precisiones, hace una semana que trabajo acá y me la paso mucho del tiempo en la calle.Una mañana, cerca de las 9 y media, tengo una pila de boletas para pagar en el Banco Ciudad y otro montón en el Nación. Me da efectivo separado por banco, y efectivo para viajes y comida, luego lo debo rendir. Separo, las boletas por banco y las guardo en dos folios, mi dinero va al bolsillo. Los folios los guardo en el viejo portafolio que me dieron. Finalmente, Carlos N me da una dirección en Belgrano, para pasar al terminar, es la casa de un cliente a retirar unos documentos. Me avisa:- ¡Ojo con él! Es un tipo importante, no lo m*****es.Entre los dos bancos, se me consume todo el día. Como recién a las 3 de la tarde y cerca de las cuatro llego a la casa de Belgrano. Linda casa, se nota que hay guita. Toco timbre. Sale un señor de unos 30 años en ropa deportiva. Short, buzo y zapatillas Nike.- ¿Qué hay pibe?- Vengo del estudio de la Sra. Lidia?- ¡Ah! PasáEntro a la casa, el lugar es un palacio, grande, adornado hasta las manos.- ¿Cómo te llamás?- Carlos Alberto.- Tenés pinta, debés tener minas a patadas.- No tanto, las minas no me dan bola?- Tomá.Me alcanza un sobre que me dice que ahí está lo que vengo a buscar.- ¿Querés tomar algo, antes de irte?- Sí. Claro.Me conduce a un gimnasio, completo, caminadora, escaladora, pesas y que se yo cuantas cosas más. Me deja ahí un instante y vuelve con dos cocas chicas. Me ofrece una y me dice que no se presentó.- Me llamo Esteban. ¿te gusta el gimnasio?- Es genial.- ¿Te gustaría usarlo?- ¿Yo? Claro que sí.- Bus**te ropa cómoda y te espero a las 7 ¿llegás?- Sí.A las 7 de la tarde, puntual estoy en la puerta. Me hace pasar, me dice cámbiate en el baño. Yo, como él tengo short, medias de algodón, zapatillas, remera blanca y buzo azul.Dice ser entrenador de tipos famosos. Entonces me hace entrar en calor, con poco, estoy transpirando.- Sacate el buzo y la remera, después va a apestar.Me lleva al escalador, me explica y me hace escalar, mientras él va subiendo, la resistencia. En un momento siento su mano en la cintura y su otra mano en mis tetitas.- Carlos Alberto, enderezá el torso.Sigo ?escalando? con su mano más que en la cintura, en mis nalgas y la otra con el movimiento, me masajea los pezones. Me hace bajar y nota que tengo una erección. Se quita el buzo, que cuerpo hermoso. Me toma de los hombros y antes de besarme me dice- ¡Qué calentón sos!Me baja el short, me quita el slip y me chupa la verga. Es la primera vez que me la chupan. Me hace girar y flexionar para chuparme el culo. Me mete la lengua y un par de dedos. ¡Qué placer!- Vení vamos a ponernos más cómodos.Vamos a un dormitorio, termino de desvestirme y él se pone en bolas. ¡Qué pedazo de pija! Me vuelve a chupar la verga,- Pará, te voy a acabar en la boca.Para y hace que yo le chupe la vega a él. Mucho más grande que la de mí hermano.- ¿Ya te la dieron por el orto?- ¡No!Trae un pote le lubricante, me embadurna el orto. Me muestra un tapón, esto te va a dilatar el agujero, me pone un forro en la pija.- Mientras tango, vení cógeme.- Soy virgen, también.Me pone boca arriba en la cama, se asegura que mi pijita, está dura, se sienta sobre ella y se la mete en el culo. Me cabalga un rato, hasta que exploto. Se levanta, quita el forro y se chupa toda la leche.- ¡Bien, Carlos Alberto! Ya perdiste un virgo, ahora vamos por el otro?Me pone en cuatro patas, en el piso, no en la cama, se calza un forro, toma mi tapón y lo mueve hacia afuera y hacia adentro, también para los costados. Cuando lo saca siento ese vacío que necesito que lo llenen. Esteban me trató con dulzura, me fue abriendo el culo con su tremenda polla, de a centímetros, pero finalmente, aguantando mi dolor, la tenía toda adentro. Cuando estuvo bien calzada dentro, me bombeó ya sin miramientos. Yo estaba extasiado, me dolía, pero quería que siguiera así toda la vida. En un momento, sale y me mete la pija, ya sin el condón, en la boca y me lanza una buena cantidad de leche, que trago casi todo.Dejamos el suelo y subimos a la cama. Me besa.- ¿Te gustó?- ¡Sí! Fue hermoso. Tengo el culo en llamas, pero fue increíble. ¡Gracias!- ¡Querés volver mañana!- ¡Cuando vos digas!- OK, te espero todas las tardes. Primero hacemos gimnasia y de premio, esto. ¿Está de acuerdo?- ¡Por supuesto!Así es como en los tres meses, que lo hacemos de lunes a viernes, todos los días. Mi cuerpo está desarrollándose bien y mi culo, recibe pija bien seguida, además de aprender a follar a los tipos. Esteban me está cambiando la vida.