Un sensual strip tease antes de la orgía

Un sensual strip tease antes de la orgíaDespués de dejar que mi vecino Martin me cogiera de una manera salvaje; al día siguiente comencé a prepararme para mi gran debut como stripper?Empecé por una ducha caliente y relajante; mientras controlaba que mi labia estuviera bien depilada. Después de secar mi cuerpo, esparcí una generosa cantidad de aceite de coco por mis piernas, para dejarlas bien sedosas. Después fui a mi dormitorio para vestirme.Me puse el corset de cuero, ajustándolo a mi torso. Me gustó cómo esa apretada malla me afinaba la cintura; acentuando además la firmeza de mis tetas y la redondez de mis caderas. Deslicé mis pies dentro de las medias de nylon hasta cubrir mis piernas y me puse un par de zapatos de taco alto, que se ajustaban a los tobillos. Daban un efecto de sensualidad único?Me miré en el espejo y me sentí satisfecha con la imagen de esa mujer que me devolvía la mirada?Podía sentir titilar mi humedecida concha, mientras ajustaba la breve pollera de cuero en mi cintura, cubriendo apenas mi cola.Mi maquillaje lucía perfecto: Ahora restaba esperar la llegada de esa banda salvaje de chicos calientes y que todos ellos estuvieran bien dispuestos para hacerme pasar una buena noche de sexo...Mientras esperaba, fui a la cocina por una copa de vino. Apenas me senté en el comedor, un mensaje llegó a mi celular. Era Martín, avisándome que pronto estaría a mi puerta.Preguntó si su puta ya se encontraba excitada y obviamente, le respondí que mucho? y bastante empapada de calentura.Otra vez sentí mi concha estremecerse y me levanté para estar cerca de la puerta de calle. Pronto pude ver la silueta de Martín a través de los cristales difuminados.Abrí la puerta, revelando mi atuendo de stripper a cualquier vecino que estuviera caminando frente a mi casa.Mi joven vecino entró y me besó con suavidad, mientras sus manos recorrían mi cuerpo. Detrás de él entró un segundo chico, trayendo una gran bolsa de plástico.Por suerte para mi adorado esposo, estos pibes trajeron sus propias bebidas. Víctor seguramente podría soportar saber que un grupo de chicos calientes iba a cogerme; pero de ninguna manera le haría gracia que alguien tocara su botella de whisky favorito?Martín me presentó a su amigo: se llamaba Alejandro y jamás había tenido sexo anal; así que, adiviné dónde iba a meter su verga dura esa noche?Gruñí encantada de saber que me iban a sodomizar todos ellos.Otros dos chicos llegaron enseguida, Darío y Willy.Martín me advirtió que ellos también querían darme por el culo. Agregó que ya estaban todos los invitados presentes; así que era hora de empezar el espectáculo tan esperado?Algunos de ellos se sentaron en el gran sofá y otros en los sillones. Martín sirvió unos tragos y encendió el sistema de música. Entonces yo comencé la rutina de baile, tratando de hacerlo de una manera muy seductora.Fui moviéndome alrededor de mis espectadores; acariciando sus caras y sus cabellos mientras pasaba entre ellos. Algunos me acariciaron las piernas y la cola por debajo de mi falda.Hice una segunda vuelta y después me quedé quieta en el centro de la sala. Allí me quité la chaqueta de cuero y todos silbaron cuando mis tetas, sostenidas por el corset, quedaron totalmente expuestas a sus ojos. Tiré la chaqueta al suelo, estirando mis brazos por encima de mi cabeza; logrando que mis tetas se levantaran bien firmes.Caminé hacia Alejandro y me incline sobre él, ofreciéndole mis tetas para que las tocara. Sus labios ansiosos cubrieron mis pezones y comenzó a chupar con desesperación.Me sostuvo apretando mis tetas y eso me hizo rotar las caderas, imitando la acción de coger. De pronto saqué mis duros pezones de sus labios y caminé hacia Willy; para hacer lo mismo con él?Mientras Willy me comía los pezones con su lengua; mi concha parecía estremecerse y titilar al contacto de ese chico. Mientras me lamía, su mano ascendió entre mis muslos separados. Pronto sus dedos traviesos encontraron mi conca humedecida y siguieron camino hasta acariciar mi clítoris. Las suaves yemas de sus dedos me hicieron temblar de placer. Tomé a Willy por la nuca y le hice zambullir su cara entre mis tetas.Entonces sentí que uno de sus dedos intentaba colarse en mi apretado culo. Pero yo me moví hacia Darío, que me aferró por mis tetas y retorció suavemente mis pezones. Mis ojos se pusieron en blanco al sentir tanto placer.A Darío le pasé mi lengua por la oreja y me alejé de él sonriendo.Finalmente llegué a Martín y giré mi cuerpo, dándole la espalda?Empujando mis firmes glúteos hacia él, giré la cabeza y le pedí que desabrochara mi ajustada falda.Sus manos fueron directo al cierre y lo bajó muy despacio, revelando la raja de mi trasero. Después deslizó la falda hasta mis tobillos. Me doblé por la cintura; con mi espalda arqueada y mis tetas firmes hacia adelante; dejando mi trasero en el aire.Así Martín podía ver muy bien mis labios vaginales y mi apretada entrada anal, apenas a centímetros de sus ojos.Salí de la falda que estaba en el piso y abrí mis glúteos con mis dos manos. Martín entonces pasó su lengua todo a lo largo de mi raja; deteniéndose en mi ano.Me estremecí de placer y sentí mi concha titilar de deseo.Martín me hizo girar y luego me sentó sobre su falda. Mis piernas se abrieron a cada lado de sus muslos; mientras él sacaba a relucir su verga ya endurecida. Saltó hacia adelante y yo no pude evitar deslizar mi concha titilante a lo largo de esa magnífica pija.Me incline sobre su cara y lo besé apasionadamente, mientras su verga comenzaba a invadir mi cuerpo. Apenas empecé a balancearme sobre esa verga erecta, Martín llamó a Alejandro; diciéndole que era su oportunidad de coger un estrecho culo de una señora casada y bien puta... El chico se paró frente a mi culo y abrió mis cachetes con ambas manos. Escupió directamente sobre mi cola y esparció su saliva alrededor de mi estrecho orificio anal. Pronto sentí la cabeza de su pija pasando frente a mi esfínter, sin ninguna dificultad?Mi apretado anillo se tragó la cabeza de esa dura verga, mientras Alejandro empujaba el resto en un solo embate bien duro.Aullé de manera salvaje e incontrolable; sintiendo dolor?Martín comenzó a bombearme la concha desde abajo y llamó a los otros dos chicos para que se acercaran; así yo podría acariciar y lamer ambas vergas.Enseguida Darío y Willy acercaron sus duras pijas a mi cara.Comencé a lamerlas mientras las estrujaba entre mis manos.Sentía la pija de Alejandro bombeándome el culo sin piedad. Lo hacía demasiado bien por ser un debutante allí detrás.Junto con Martín, continuó dándome con todo; provocándome una serie de mini orgasmos casi consecutivos.Yo me sentía insaciable. Mientras esas dos vergas me cogían por la concha y el culo, mi boca sedienta se tragaba otras dos vergas bien tiesas. Me sentía una tremenda puta?De repente, Alejandro anunció que estaba a punto de acabar dentro de mi ano. Sentí que su verga se ensanchaba y enseguida su semen bien caliente llenó mi cavidad anal. Acabé al mismo tiempo que él, sintiendo su verga deshincharse dentro de mi bien dilatado culo. Suspiré agradecida cuando Alejandro abandonó mi trasero y continué cabalgando la verga de Martín.Miré a Willy y Darío, preguntándoles quién sería el próximo en mi culo. Willy se apuró a ubicarse a mis espaldas, deslizando con mucha rapidez su impresionante pija dentro de mi trasero?Pero no duró demasiado. Su calentura lo traicionó y muy pronto se vació dentro de mi ano. Se salió tan rápidamente como me había penetrado; parecía avergonzado de su pobre desempeño?Era el turno de Darío. Martín se levantó del sofá llevándome en andas empalada sobre su verga y volvió a sentarse en otra silla. Su tercer amigo se posicionó a mis espaldas y pronto enterró su gruesa erección en un solo empujón; toda entera dentro de mi dilatado ano. Gemí de placer y entonces ambos chicos comenzaron a bombearme casi con furia. Pero yo sabía que ya no iban a resistir demasiado?Mi suposición era correcta. Ambas pijas explotaron dentro de mi cuerpo en menos de un minuto; llenándome de semen caliente.Al sentir ese ardor en mis dos orificios, no pude evitar otro nuevo orgasmo. Esta vez lo grité a todo pulmón?Ambas vergas se deslizaron fuera de mi cuerpo y entonces desmonté de Martín.Todos nos tomamos un rato de respiro y luego los chicos se turnaron para lamer mis pezones y meter sus dedos en mi concha empapada y caliente.Más tarde todos ellos volvieron a cogerme por la concha y el culo. Intentaron una cuarta vez; pero se dieron cuenta de que ya no podían más?Yo quería más verga; pero ninguno de ellos ya se podía mover.Los chicos se vistieron y Martín los despidió en la puerta.Cuando regresó, me miró sonriente allí desnuda, totalmente agotada por la cantidad de polvos que me habían echado entre todos.Me ordenó que fuera darme una buena ducha; que me lavara la boca y me retocara el maquillaje. Me aseguró que iba a cogerme toda la noche en mi propia cama matrimonial; ya que sus amigos no me habían dejado demasiado satisfecha?Le sonreí, preguntándole si debía usar mi atuendo de puta en la cama?